SERHS Food, junto con el Consorcio Sanitario del Maresme, la Fundación Maresme y el Ayuntamiento de Mataró han dado inicio a un innovador programa para evitar la desnutrición en niños y adolescentes con afectaciones neurológicas severas que sufren disfagia y que tienen problemas para comer y beber con normalidad, lo que afecta a su salud y calidad de vida.

Este proyecto se inicia en 2019 gracias al dinero que el Consorcio Sanitario del Maresme (CSdM) recauda de la campaña “¡El Comer Cura!”, con la colaboración de la Fundación Maresme y el apoyo del Ayuntamiento de Mataró.

Ahora, una vez realizado el estudio científico, el programa se consolida a través de la colaboración de SERHS Food y se integra como prueba piloto en el funcionamiento ordinario de la escuela L’Arboç de Mataró, donde la mayoría del alumnado tiene parálisis cerebral.

El proyecto también es posible gracias al convenio firmado con el Ayuntamiento de Mataró, que aportará 14.000 € anuales para compensar el sobrecoste de la adecuación de las dietas a las necesidades de los alumnos.

Fase 1: investigación y diagnosis de la situación

El primer objetivo del equipo de investigadores del CSdM fue evaluar la situación de los alumnos de la escuela L’Arboç.

El estudio realizado en 2019 y publicado recientemente en la prestigiosa revista Nutrients muestra que todos los alumnos presentaban disfagia, el 89% presentaba dificultades en el crecimiento, el 55% un peso bajo y el 70% estaban deshidratados. El estudio incluyó una evaluación masticatoria, deglutoria y nutricional, un cálculo de las necesidades nutricionales e hídricas y diseñar una dieta de textura modificada.

Para desarrollar este proyecto ha sido fundamental realizar un estudio de investigación previo para medir la dimensión del problema y establecer las necesidades nutricionales de los alumnos de la escuela en función de la edad y el estado nutricional en base a 4 fenotipos diferentes. Todo esto nos ha permitido comprobar que la afectación es muy amplia y que el problema no solo es su alimentación, sino también su hidratación.”, afirma Pere Clavé, director académico, de investigación y de innovación del CSdM.

Fase 2: programa educativo

Durante este año se ha realizado un programa online para formar a las personas que cuidan al alumnado, tanto en el ámbito escolar (tutores, educadores, fisioterapeutas, enfermeras, logopedas, etc.) como en el domicilio (cuidadores formales e informales), así como a las familias.

Cristina Carol, directora de la escuela de educación especial L’Arboç explica que “Cuanto más sabemos sobre disfagia, más nos damos cuenta de la incidencia que esta enfermedad tiene en una escuela como la nuestra, y más conscientes somos de su impacto en la salud de nuestro alumnado, todos con grandes afectaciones neurológicas. En consecuencia, es clave que la comunidad educativa conozca la disfagia y sepa cómo actuar al respecto. Por eso, valoramos muy positivamente esta intervención integral del CSdM para ayudar a mejorar la salud y calidad de vida de nuestro alumnado”.

Fase 3: comedor escolar adaptado

Durante este curso la escuela está trabajando en lo que se conoce como la Triple Adaptación de la Dieta (TAD); la adaptación de las diferentes calorías y proteínas de los platos a las necesidades de cada alumno, así como su viscosidad y textura, potenciando las cualidades organolépticas para hacer platos sabrosos y atractivos.

En esta fase de desarrollar los platos para el alumnado es donde SERHS Food ha entrado en acción.

Este programa de intervención integral en una escuela con alumnos con discapacidad neurológica servirá como experiencia piloto para poder después implementar el sistema en otros centros. «Creemos que es un problema mucho más extendido de lo que pueda parecer y por eso todos los procedimientos que hemos diseñado de forma pionera, así como el desarrollo de las dietas adaptadas, servirán también para otras escuelas en situaciones similares«, afirma Pere Clavé.

Raimon Bagó, director general de SERHS Food, comenta que “nuestro objetivo principal ha sido siempre la satisfacción individual dentro de la restauración colectiva. Lo que comporta la adaptación de la alimentación a cada persona, una a una, según sus necesidades. En este caso todavía tiene mayor importancia y mostramos nuestro compromiso en esta colaboración”.